Ejercer el periodismo en Venezuela: entre riesgos y retos

Los constantes cambios en la tecnología, la inmediatez de la información y la situación sociopolítica han hecho que el periodismo en Venezuela se enfrente a grandes  retos en este siglo XXI. Muchos investigadores coinciden en señalar que en medio de  la crisis más grave que el país registra en su historia contemporánea, uno de los profesionales más golpeados e incluso atacados ha sido el periodista. 

Glenda González
En 1964 se declara el 27 de junio como el Día Nacional del Periodista en Venezuela. La fecha se elige en memoria de la primera edición de El Correo del Orinoco, medio creado por el Libertador Simón Bolívar el 27 de Junio de 1818.

Más de 50 años han pasado desde la institucionalización de la celebración y muchos cambios se han producido en lo tecnológico, en lo político y en lo social desde finales del siglo XX y principios del XXI, propiciando una transformación en el ámbito comunicacional y, por ende,  en el ejercicio de la profesión en Venezuela.

Diversos aspectos condicionan el desarrollo de un genuino periodismo crítico, informativo, investigativo, político y de opinión, entre ellos el hecho de que la profesión se ejerce en condiciones cada vez más precarias debido a bajas remuneraciones, debilidad gremial, ausencia de planes de perfeccionamiento profesional y desactualización. Todo aunado a prácticas de censura y autocensura, y miedo a sanciones oficiales y/o el ataque directo contra comunicadores y medios. 
Sin embargo, en medio de un panorama desfavorable al ejercicio, los  medios digitales se convierten en una especie de salvavidas. 

Marcelino Bisbal, profesor de la UCAB (Foto: Internet)



Para el profesor Marcelino Bisbal, director de los estudios de postgrado en Comunicación Social de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), el periodista venezolano de hoy debe enfrentar cuatro retos fundamentales, enmarcados dentro de una estructura social diferente, el auge de nuevas tecnologías, la convergencia de medios, y la situación sociopolítica del país.

En opinión del investigador el primer reto de los comunicadores sociales está vinculado con el tipo de sociedad que emerge desde hace unos años. Se trata de una sociedad caracterizada por lo que ha denominado “un paisaje cultural distinto”.

Los actores sociales de este tiempo no se mueven, no se comportan como tiempo atrás, y el tema tiene que ver con que hoy los grandes medios de comunicación social -lo que llamaríamos los viejos medios- y los nuevos medios producto de la convergencia tecnológica, son los que conforman este paisaje, este nuevo imaginario.

Sostiene que otro de los desafíos de los periodistas venezolanos tiene que ver con la presencia de los nuevos medios, por lo cual afirma que ya no es posible pensar únicamente en la radio, la prensa, la televisión o el cine, en virtud del desarrollo de los medios digitales.

El periodista de hoy se enfrenta a un nuevo tipo de medio mucho más dialógico, mucho más interactivo, que se confronta con un perceptor mucho más activo y menos pasivo. Son medios que surgen de la convergencia entre el sector de la informática y el sector de las telecomunicaciones.

Asegura que esa confrontación entre los medios analógicos y los digitales implica que los comunicadores sociales deben entender que en estos momentos la información circula por múltiples plataformas.

Como tercer reto, Bisbal menciona la situación política del país. "Frente a las nuevas tecnologías y al nuevo paisaje cultural, el periodista venezolano o futuro profesional del área vive en un contexto sociopolítico “muy conflictuado y muy particular”.

Agrega que el cuarto desafío está relacionado con el proceso de formación. “Hoy las escuelas de Comunicación Social se debaten entre una formación eminentemente instrumental para poder confrontarse con las nuevas tecnologías o una formación, si se quiere, mucho más sociológica, mucho más humanista”.

En tal sentido, considera que el dilema no está resuelto, “aunque las escuelas, algunas mejor que otras, se han ido por el manejo instrumental de la tecnología”.

Nada hacemos con formar profesionales que sean muy buenos manejando internet, si no tenemos capacidad para producir estupendos contenidos. Si el joven periodista piensa que con manejar estos instrumentos ya está haciendo periodismo, pues no, eso realmente no es periodismo, eso no es ni más ni menos que un instrumento que nos permite poner de manera inmediata, casi instantánea, información de todo tipo, pero de allí a hacer un buen periodismo hay un gran trecho, sentencia Bisbal.


MEDIOS VENEZOLANOS: DE MEDIADORES DE INFORMACIÓN A MEDIADORES POLíTICOS

Con la instauración del sistema democrático, los medios de comunicación comienzan a jugar un rol más protagónico en el proceso político del país. Marcelino Bisbal en su análisis: "Medios de Comunicación Social en Venezuela. Notas sobre el nuevo régimen comunicativo",  hace referencia a una clasificación del periodista Javier Conde, para quien -luego de la caída del gobierno de Marcos Pérez Jiménez en 1958- existen tres etapas importantes:

PRIMERA ETAPA: 1958-1973

La primera etapa va desde el 23 de enero de 1958 hasta 1973, cuando concluye el primer gobierno del democratacristiano Rafael Caldera. Fue la etapa de la consolidación del sistema democrático en el país y en donde los medios de comunicación del momento jugaron un rol muy particular en esa consolidación. Momento de florecimiento del medio impreso y radial y de una libertad de expresión y de pensamiento que ayudó al apuntalamiento de la democracia. Allí el país aprendió que la libertad de expresión es connatural a un sistema democrático, afirma Conde.

SEGUNDA ETAPA: 1973-1988

El segundo período va desde 1973 a 1988, según el mismo Javier Conde, quien asegura que en esta etapa los medios siguieron jugando un rol importante, pero a veces asumiendo una influencia política sin límites y hasta peligrosa para la propia democracia. "En ocasiones jugaron al rol de actores políticos. Se empezaba a perfilar un desgaste del sistema político y una burocratización de los partidos políticos".

TERCERA ETAPA: 1988-1998

La tercera etapa  va desde 1988 hasta el triunfo de Hugo Chávez Frías en 1998. Para Conde "aquí ya los medios asumen abiertamente un papel político al constituirse en actores políticos muy privilegiados dentro del conjunto de los actores sociales. Es el momento estelar de la televisión y de los impresos. Es en este período donde se da la conformación de un conjunto de medios regionales muy influyentes en sus regiones".

Se añade una cuarta etapa, que abarca desde 1999 hasta nuestros días. "Es en ese momento donde los medios y un buen grupo de periodistas muy influyentes en la opinión pública del país se convierten en actores políticos contra un proceso que recién comenzaba".

Los medios “juegan” a la denominada antipolítica. Es decir, pasan de ser mediadores de información a transformarse en mediadores políticos y de oposición política al nuevo gobierno. Y desde ese mismo momento el papel del sistema de medios de comunicación en relación con el mundo político, con el poder gobernante del Estado y con la misma sociedad se redefine en su funcionamiento, en su rol y en su sentido.

Marcelino Bisbal acota que es en esta etapa cuando comienza a cambiar el cuadro mediático del Estado.

"Lo que a partir del 2002 irrumpe como una necesidad de reacción defensiva ante una “guerra mediática” de los medios privados, tal como declararon desde el alto Gobierno, se ha venido convirtiendo en los años siguientes en un proyecto de medios “públicos” sobre la base de lo que se ha denominado la “hegemonía comunicacional”.

Hoy, todo el conjunto de medios del Gobierno en funciones de Estado se encuentra agrupado por el Sistema Bolivariano de Comunicación e Información, que fue dado a conocer en febrero de 2013 en el marco del lanzamiento de la señal de la Televisión Digital Gratuita Abierta (TDA).

En el transcurso de más de una década el gobierno cuenta con una red de más de 13 canales de televisión a los que se suman circuitos radiales, periódicos y medios digitales, junto a medios comunitarios y alternativos.

El crecimiento ha sido exponencial en los últimos años. El presidente del Colegio Nacional de Periodistas, Tinedo Guía, calcula  más de 600 medios de comunicación, pese a que sumando toda su audiencia no llegan a 8% de espectadores, según el Informe Anual de Audiencias de 2014 del Ministerio de Comunicación e Información.

En este período muchos medios venezolanos, antes de propiedad privada, pasaron a formar parte de la red estatal, generando conflictos a lo interno de las redacciones por los cambios en la línea editorial impuesta por los nuevos propietarios; mientras, paralelamente se limita el accionar de los medios privados -cuyo discurso se considere opuesto al oficialismo- con la aprobación de sanciones, sentencias, regulaciones  y decretos, considerados contrarios a la libertad de expresión.

En su libro  "Historia y anécdotas del periodismo en Venezuela", el periodista Homero Boscán califica a esta última etapa como "la peor crisis de la prensa en Venezuela, cuando se cierran y compran medios, se destierran periodistas, no se liquidan divisas para importar papel y otros insumos, se cerca y no se tramitan concesiones".

Sobre este tema, el profesor de la Universidad de Los Andes (ULA), José Antonio Rivas, en un artículo publicado en el sitio analitica.com coincide en que  no es fácil ejercer un periodismo crítico, de altura y nivel en el país.

Pero en su opinión esto no se debe solamente a decisiones gubernamentales que han afectado concesiones, impuesto multas y cerrado medios, sino también "a las líneas editoriales, y por supuesto, a los propios periodistas que avalan mentiras, a la carencia de ética, a la falta de formación, lecturas, cultura y bagaje de los comunicadores sociales con lo cual su desempeño es limitado".


       José Antonio Rivas, profesor de la ULA  (Foto: Prensa ULA)

                          

"Si unimos o prorrateamos las diversas variables enunciadas alrededor del periodismo nacional, el resultado es ciertamente nada halagador en términos de una profesión venida a menos, que como nunca antes requiere de grandes retos, desafíos y apuestas, en un país que en su peor momento y en plena transición exige cambios y dentro de estos el papel estelar de un nuevo periodismo, en sintonía con los ciudadanos, con las audiencias, con la verdad, el progreso, la ecuanimidad y el pluralismo."

Para el articulista, Venezuela reclama nuevos retos y desafíos en materia de periodismo político, pues muchos procesos, esferas y ámbitos han sido trastocados y "si algo está reclamando el país son medios, periodistas serios, institucionales, libres y críticos, y por supuesto, una información de calidad, veraz, equilibrada".

Rivas considera que el siglo XXI registra procesos inéditos de cambio y transformación, y naturalmente la sociedad actual es una sociedad de medios.

"Tal como dijo Manuel Castells estamos en la era de la información, en la que claramente sobresalen primero la mediatización de la política; segundo la profesionalización de la comunicación política; tercero la mercantilización de los medios de comunicación social; y cuarto la digitalización de los medios en el siglo XXI. Estos aspectos son los que conforman las variables más relevantes a analizar y ponderar para perfilar un genuino periodismo político, con un necesario balance y equilibrio informativo, hoy ausente".


LIMITACIONES AL EJERCICIO: AGRESIONES, CENSURA Y NORMAS REGRESIVAS

Al desarrollo de la denominada hegemonía comunicacional del Estado y al aumento de sanciones, sentencias y decretos emitidos desde el gobierno para regular el funcionamiento de los medios, se suman las agresiones a periodistas y medios considerados opositores al gobierno, lo cual ha generado un debate sobre la libertad de expresión.

Por un lado el gobierno asegura que hay pleno goce de este derecho y por el otro, voceros de oposición y representantes del gremio periodístico explican que el temor a manifestar determinada idea y las agresiones contra comunicadores, provocan limitaciones.

Luisa Torrealba, investigadora ININCO (Foto: Internet)

La investigadora del Instituto de Investigaciones de la Comunicación de la UCV (Ininco), Luisa Torrealba, dice que si lo analizamos desde el punto de vista del flujo de ideas, podemos decir que en Venezuela se puede opinar, pero la libertad de expresión no se limita a eso.

"Existe un flujo amplio de opinión, pero la libertad de expresión está muy relacionada con el derecho a la información y éste incluye la libertad de buscar, recibir y difundir información y si al momento de realizar su trabajo los periodistas se encuentran con una serie de obstrucciones, entonces hay una restricción".

Torrealba comenta que muchos académicos han analizado el uso de las cadenas presidenciales como mecanismo para ofrecer información que supuestamente los medios privados se niegan a dar.

“Lo que sucede es que con las cadenas se restringe la posibilidad de que en el momento de transmisión, los ciudadanos puedan acceder a una información plural, porque todo el espectro radioeléctrico está copado por un discurso oficial”.

Para Torrealba el uso indiscriminado de cadenas de radio y televisión ha dificultado que en momentos de situaciones delicadas los ciudadanos hayan podido acceder a información oportuna.

Otra limitación al ejercicio periodístico son los obstáculos para acceder a las fuentes de información. De acuerdo con Torrealba, dichas trabas se materializan por diferentes vías. “Muchas veces se le impide a los periodistas ingresar al espacio físico de las instituciones públicas y se les dice que no están autorizados, lo que usualmente ocurre con comunicadores sociales de medios privados”.

Otra constante es la negativa de los funcionarios públicos a declarar. “Se está consolidando una cultura de secretismo, donde la única persona autorizada para hablar es un ministro o el propio presidente de la República, mientras a los especialistas y técnicos se les prohibe declarar”.

Dentro de la tipología de obstáculos, el Instituto de Prensa y Sociedad (IPYS) Capítulo Venezuela ha identificado nuevas modalidades: la tardía e inexacta convocatoria a ruedas de prensa y limitar el derecho de palabra solo a los periodistas de medios oficiales.

“Al hacer una selección de los medios que son afines a determinada gestión, se aplica un mecanismo de censura indirecta y se impide un diálogo fluido”.

Así mismo, en el informe anual 2015 el IPYS registró 576 violaciones a la libertad de expresión. Hechos que comprendieron 214 agresiones físicas contra periodistas y ataques a medios de comunicación, 195 casos de uso abusivo del poder estatal, 84 limitaciones de acceso a la información pública, 38 agresiones con el uso de normas vigentes, 31 casos de censura interna en los medios, 8 casos vinculados a normas que dificultan la expresión y 6 incidentes de censura previa.

El  informe más reciente (primer cuatrimestre 2016) reporta 120 casos de violaciones a la libertad de expresión, entre los cuales se incluyen 49 denuncias relacionadas al uso del poder del Estado para limitar el suministro de divisas, a fin de adquirir material de imprenta”.

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Infografía del IPYS (clic en imagen para ampliar)

“La agudización de la crisis del papel periódico se enmarca en la tendencia de abuso de poder por parte del Estado. Bajo este contexto hubo también acciones indiscriminadas de funcionarios públicos en contra de equipos reporteriles durante la cobertura de calle y ante la publicación de investigaciones periodísticas acerca de temas sensibles para las autoridades oficiales”, destaca el estudio.

Se menciona que en este período despuntó la campaña de desprestigio emprendida por al menos siete portales oficialistas, en contra de periodistas que participaron en la investigación periodística mundial Panamá Papers.

“Varios de los mensajes descalificativos fueron difundidos por el Ministerio de Comunicación e Información, en los lineamientos que giró a los medios del Estado para responder a una "olla mediática internacional". 

Con estas acciones se cuentan 3 campañas de agravio promovidas por medios estatales y pro-oficialistas. En el lapso en estudio también se registraron 10 alertas como consecuencia del discurso violento de altos funcionarios públicos contra periodistas y medios, con fines intimidatorios; 9 detenciones arbitrarias; y 44 limitaciones de acceso a la información de interés público a periodistas y trabajadores de medios.

UNA PROFESIÓN QUE SE EJERCE EN PRECARIAS CONDICIONES 

Una de las variables más influyentes en el ejercicio periodístico -pero tal vez una de las menos consideradas-  tiene que ver con las condiciones laborales. De acuerdo a  los resultados de la Primera encuesta nacional sobre el ejercicio del periodismo en Venezuela, aplicada en 2015 por la Asociación Civil Medianálisis, el ejercicio periodístico tiene lugar en condiciones precarias.


En tal precariedad influyen una combinación de factores, entre los que se mencionan bajas remuneraciones, debilidad gremial, ausencia de planes de perfeccionamiento profesional y desactualización en el equipamiento de los medios de comunicación. Todo aunado a prácticas de censura y autocensura, y el miedo a sanciones oficiales y/o el ataque directo contra comunicadores y medios.

Explica el periodista Andrés Cañizalez, director de Medianálisis, que para realizar el estudio se consultó a un total de 377 periodistas de las 8 principales ciudades del país (Distrito Capital, Miranda, Vargas, Aragua, Táchira, Lara, Bolívar, Zulia).





Andrés Cañizalez, director de Medianálisis (Foto: Internet)

Se entrevistó a profesionales de medios impresos, radiales, televisivos y digitales, de los cuales 63,4% ejerce como reporteros de calle y/o redactores, y 80% de ellos trabaja formalmente a tiempo completo. Los resultados se resumen a continuación:

EL INGRESO ES DE DOS SALARIOS MÍNIMOS

En promedio, los periodistas de Venezuela tienen ingresos equivalentes a dos salarios mínimos. En los ingresos se registra una diferencia importante entre Caracas y el resto del país, y aquellos que ejercen en las otras ciudades de Venezuela están peor remunerados.

POCOS SUBSISTEN CON LO DEVENGADO

61% de los profesionales de la comunicación se ven obligados a buscar otras fuentes de ingreso adicionales a su trabajo formal, y el 16% lo hace en actividades que no tienen que ver con periodismo. Solamente 39% de los periodistas encuestados puede subsistir con lo devengado en el trabajo principal. No se observaron variaciones importantes entre Caracas y el resto de ciudades.  

SE TRABAJA SIN PÓLIZAS, SIN SEGUROS Y SIN CONTRATOS COLECTIVOS 

45% de la muestra, casi la mitad,  no cuenta ni con contrato colectivo ni con una póliza de salud privada suscrita por el medio donde labora. 

POCA CAPACITACIÓN PROFESIONAL

La formación o perfeccionamiento profesional dentro de los medios a través de cursos, talleres o actividades de capacitación nunca tiene lugar, según 29% de los encuestados. Escasamente solo  es permanente para 15%. Únicamente 63,19% menciona la asistencia a estas actividades formativas, que sin duda contribuyen a mejorar la calidad del periodismo, lo cual solo ocurre por decisión personal del periodista, sin apoyo del medio en el que  labora. Un tercio de los consultados en medios impresos y televisión labora con dificultades, debido a la desactualización de los equipos (computadoras y otros).

POCA PARTICIPACIÓN GREMIAL

La colegiación ha dejado de ser un requisito para ejercer el periodismo en Venezuela. Se observa una colegiación por debajo de 50% de la muestra. La única categoría que supera este porcentaje es el grupo de entrevistados residenciados fuera de Caracas.

MAYORÍA DE HOMBRES EN CARGOS GERENCIALES

Los hombres casi doblan a las mujeres en el ejercicio de cargos gerenciales o de responsabilidad editorial en los medios en el país. La jefatura es 64% masculina según los entrevistados.

Se añade que el 46,4% de los periodistas ha percibido cambios en la línea editorial en los medios en los que prestan sus servicios y la tendencia es más acentuada en los impresos.
Cañizalez concluye que la situación de fragilidad en la que están los periodistas venezolanos (originado por las precarias remuneraciones, baja agremiación y temor a sanciones/agresiones) es un caldo de cultivo para la incidencia de prácticas de censura y autocensura.

La línea editorial ha generado problemas administrativos para el medio en 25% de los casos y consecuencias para el periodista en 46%, principalmente porque se le limitan las fuentes. Son los medios impresos los más afectados. Y para todos las limitaciones de acceso a las fuentes oficiales son significativas, según 70% de los consultados.

"48% de los periodistas de la muestra afirma que recibe instrucciones significativas para modificar la forma y el contenido de informaciones ya verificadas, mientras que el 49% dijo haber modificado u omitido información verificada".


MEDIOS DIGITALES COMO ALTERNATIVA OBLIGADA

El avance de la tecnología y su cada vez mayor influencia en la vida y el quehacer cotidiano ha sido la variable que ha impulsado a la mayoría de los medios del mundo a incursionar en el mundo digital.

Los nuevos medios impulsados por el auge de Internet han pasado por varias etapas desde su nacimiento en los años 90, hasta la actualidad, ya convertidos en empresas multimedia. Estamos sin duda en una sociedad digital y Venezuela no podía escapar a esta influencia; todos los grandes medios del país tienen su versión en la web y participan en las redes sociales.

No obstante, en Venezuela no sólo ha sido la avalancha tecnológica la que ha impulsado el avance del periodismo digital. También la presión política ejercida desde la hegemonía comunicacional ha acelerado, tanto el surgimiento de medios como el consumo de información digital.

Medios digitales más leídos en Venezuela en abril 2016 (Fuente: Medianálisis)


Cada vez son más la nuevas iniciativas de sitios informativos (muchos independientes de los grandes consorcios comunicacionales) que son dirigidos y alimentados por periodistas provenientes de medios tradicionales.

Para Luisa Torrealba, investigadora del Ininco-UCV, es claro: se generó una crisis en los medios convencionales, lo que impulsó la creación de nuevos espacios.

Sobre ello, en una publicación titulada El periodismo venezolano se atrinchera en la web se narran los casos de periodistas que ahora integran algunas de estas iniciativas y que antes trabajaban en reconocidos medios nacionales.

"Algunos firmaban en la Cadena Capriles, casa editora de tres periódicos de circulación nacional. Desde que esa empresa fue comprada en mayo de 2013 -por un consorcio cuya identidad se desconoce- cambió su línea editorial y se hizo más cercana al chavismo. Lo que vino después fue una serie de denuncias de censura y renuncias masivas. Otros provienen de El Universal. Dos semanas después de anunciar su cambio de dueño, articulistas de opinión de amplia trayectoria denunciaron censura". 

Algunos periodistas confiesan que apenas descubren las bondades del mundo digital. Unos con más destrezas que otros, comienzan a acompañar los textos con galerías fotográficas, infografías, hipervínculos, videos, clips de sonido: recursos que en papel eran imposibles de utilizar.

Cuando se indagan sobre las motivaciones de los comunicadores para iniciar o particiar en estos nuevos medios, la mayoría coincide en que más allá de las tendencias, los une la intención de romper las barreras y censuras en medios públicos y privados, la falta de periodismo independiente y la presión política y de los anunciantes.

El escrito resume esa experiencia: "ya estaban incómodos, tantas presiones les impedía trabajar correctamente. Por eso se fueron. Ahora se las arreglan para seguir su labor desde la web, más a tono con estos tiempos".

Es así como el actual panorama venezolano de la comunicación se mueve entre el empuje tecnológico, donde convergen los grandes medios con los proyectos independientes, y los vaivenes de un complejo entorno sociopolítico.

En palabras de Marcelino Bisbal: "el paisaje mediático de Venezuela no se entiende si no se analiza cómo el Estado ha pasado a configurarse en un Estado-Comunicador. Igualmente, es necesario considerar cómo, en estos últimos años, las empresas familiares de medios han evolucionado hasta convertirse en corporaciones multimedia".

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Fuentes consultadas:
  • Bisbal, Marcelino. Medios de Comunicación Social en Venezuela. Notas sobre el nuevo régimen comunicativo ( http://prodavinci.com/)
  • Cañizalez, Andrés. El periodismo en Venezuela se ejerce en condiciones precarias (http://www.el-nacional.com/)
  • Colegio Nacional de Periodistas. Consolidación del secretismo (http://cnpcaracas.org/)
  • Instituto Prensa y Sociedad Venezuela. Balance primer cuatrimestre 2016 (http://ipysvenezuela.org/)
  • Lezama, Rick. El periodismo venezolano se atrinchera en la web (http://eltiempo.com.ve/)
  • Rivas, José Antonio. Los retos del periodismo en Venezuela (http://www.analitica.com/)

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